Historia
Los Curie, la familia Nobel que cambió la ciencia
Marina Siboldi, Gastón Murias, Pablo Young
Revista Fronteras en Medicina 2023;(01): 0048-0056 | DOI: 10.31954/RFEM/202301/0048-0056
Marie Curie, gran científica polaca, fue la primera mujer en recibir un premio Nobel y la primera persona en la historia en recibir dos premios Nobel (Física en el año 1903 y Química en el año 1911). Presentaremos la vida personal y científica, así como el legado que dejó a la humanidad: sus primeros años viviendo en una Polonia ocupada por el Imperio Ruso, su lucha como mujer para ingresar a una universidad, su matrimonio con Pierre Curie (también ganador del Nobel en 1903), los descubrimientos en el campo de la radiactividad, el aislamiento del polonio y el radio, su ayuda en la Primera Guerra Mundial y sus grandes aportes en el campo de la medicina con la radioterapia. Tuvieron dos hijas Irene y Eve. Irene heredó su pasión por la ciencia y trabajó con su madre en el Instituto de Radio. Junto a su marido Frederic Joliot descubrieron la radiactividad artificial, por lo que en 1935 recibieron el premio Nobel de Química. Reproducimos aquí la histórica fotografía de Irene y sus dos padres, todos fueron ganadores de un Nobel y Marie de dos.
Palabras clave: fÃsica, quÃmica, Curie, radiactividad, polonio, radio, Nobel, radioterapia.
Marie Curie, a great Polish scientist, was the first woman to receive a Nobel Prize and the first person in history to receive two Nobel Prizes (physics in 1903 and chemistry in 1911). We will present her personal and scientific life, as well as the legacy she left to humanity: her early years living in a Poland occupied by the Russian Empire, her struggle as a woman to enter a university, her marriage to Pierre Curie (also a Nobel in 1903), the discoveries in the field of radioactivity, the isolation of polonium and radium, his help in the First World War and his great contributions in the field of medicine with radiotherapy. They had two daughters Irene and Eve. Irene inherited her passion for science and worked with her mother at the Radio Institute and together with her husband Frederic Joliot discovered artificial radioactivity for which in 1935 they received the Nobel Prize in Chemistry. We reproduce here the historic photograph of Irene and her two parents, all of whom were Nobel winners and Marie of two.
Keywords: physics, chemistry, Curie, radioactivity, polonium, radium, Nobel, radiotherapy.
Los autores declaran no poseer conflictos de intereses.
Fuente de información Hospital Británico de Buenos Aires. Para solicitudes de reimpresión a Revista Fronteras en Medicina hacer click aquí.
Recibido 2023-02-16 | Aceptado 2023-02-25 | Publicado 2023-07-31
Esta revista tiene libre acceso a descargar los artículos sin costo (Open Acces), además se encuentra indizada en Latindex y LILACS (BVS.org) y en proceso de incorporación en el núcleo básico de revistas del CONICET.
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
Dejemos de temer a aquello
que se ha aprendido a entender
Marie Curie (1867-1934)
Perspectiva histórica
y sus primeros años
María Salomea Sklodowska, más conocida como Marie Curie (Figura 1), nació el 7 de noviembre de 1867 en Varsovia, Polonia. Hija de Wladyslaw Sklodowska y Bronislawa Boguska, fue la más pequeña de cinco hermanos. Su padre fue profesor de física y matemáticas y director de una escuela para hombres, mientras que su madre fue maestra en una escuela para mujeres hasta el nacimiento de María1.
La familia Sklodowska creció en una Polonia ocupada por las fuerzas del Imperio Ruso. La “Polonia Rusa” fue un Estado creado en el Congreso de Viena de 1815 luego de la caída de Napoleón Bonaparte en Waterloo. Se integró al Imperio Ruso hasta 1915, cuando en la Primera Guerra Mundial quedó en manos de Alemania. Polonia recuperó la soberanía en noviembre de 19182. Durante este período se anuló el Parlamento polaco, se disolvió el ejército del país, se prohibieron las clases de historia y literatura polaca en los colegios, y se establecieron límites en el uso del idioma. Este período no fue nada fácil para la familia Sklodowska. En noviembre de 1930 su abuelo fue capturado por fuerzas rusas y obligado a caminar descalzo hasta una prisión3. Las clases de ciencia de su padre fueron canceladas luego del levantamiento polaco de enero de 1963, cuando las autoridades rusas prohibieron las clases de física y química dictadas por profesores polacos. A causa de su patriotismo, su familia resignó propiedades y dinero, su padre quedó desempleado por dictar clases en polaco de manera secreta y sus supervisores rusos se encargaron de asignarle trabajos muy mal remunerados. Atravesaron muchos problemas económicos y para tener más ingresos llegaron a tener un dormitorio para estudiantes en su apartamento familiar. Para poder rentar más dormitorios, María dormía en el sillón del comedor y se levantaba todos los días a las seis de la mañana para preparar el desayuno4,5.
Cuando ella tenía 4 años su madre se enfermó de tuberculosis. La tuberculosis hasta el momento no tenía cura, ya que el tratamiento de la enfermedad no aparecería hasta entrado el siglo XX6. En el año 1944, Seldman y Hinshaw, de la Clínica Mayo, trataron por primera vez una tuberculosis aguda en una mujer de 24 años con un extracto del hongo Streptomyces griseum –la estreptomicina– y asistieron al milagro de su curación6. Por miedo al contagio, el contacto de María con su madre fue casi inexistente. Siguiendo el consejo de dos médicos, Wladyslaw decidió mandar a su esposa lejos, ya que la teoría en ese momento era que la tuberculosis podía curarse con una extensa estadía en sitios con clima templado y montañas, descansando y bebiendo aguas con propiedades curativas3.
En enero de 1874 uno de los estudiantes que vivía en el hogar de los Sklodowska contagió a Sofía y Bonya, hermanas mayores de María, con tifus. El tifus comprende un conjunto de enfermedades infectocontagiosas producidas por bacterias del género Rickettsia y transmitidas por artrópodos, especialmente en ambientes hacinados. Sin tratamiento suele ser mortal. La primera vacuna efectiva contra el tifus fue creada por el polaco Rudolf Weigl (1883-1957) en el período entre ambas guerras mundiales. El tratamiento eficaz son los antibióticos, cuyo descubrimiento fue debido a Alexander Fleming en el año 19287.
Sus hermanas pasaron días en cama con pirogenemia, mientras su madre, ya de regreso, yacía en la habitación contigua tosiendo día y noche. Dos semanas más tarde Bonya mejoró, mientras que Sofía con tan sólo 14 años falleció.
En 1878, la madre falleció por tuberculosis a los 42 años. Con tan sólo 11 años, había perdido a su madre y hermana mayor en manos de enfermedades infecciosas poco conocidas hasta el momento. Estas pérdidas le produjeron un dolor que la acompañó el resto de su vida, en lo que ella llamó “episodios de fatiga, cansancio y nerviosismo”; pero que hoy en día se le diagnosticaría como episodios depresivos mayores recurrentes3.
Sus estudios
María y sus hermanas de pequeñas iban a una escuela privada donde su madre era directora. Al cumplir seis años, sus padres decidieron transferirlas a una escuela más cercana. María ingresó en el tercer grado, al estar mucho más adelantada que el resto de los niños de su edad.
Esta escuela estaba monitoreada por las autoridades rusas, pero su directora polaca Madame Jadwiga Sikorska daba clases de historia y literatura en polaco de manera oculta3. El sistema estaba rigurosamente controlado de manera que, al aparecer un inspector ruso por la escuela, los niños rápidamente cambiaban los libros polacos por bibliografía rusa. Ella hablaba perfectamente el idioma ruso y era la mejor alumna de la clase y la elegida para contestar las preguntas que el inspector realizaba durante sus visitas inesperadas.
Al finalizar el año escolar en 1879, se trasladó a otra escuela en Varsovia, controlada también por el gobierno ruso. Se graduó como primera de su clase y con medalla de oro a los 15 años. Luego de terminar la escuela, pasó un año en el campo de familiares de su padre debido a problemas relacionados con su inestabilidad emocional3.
A los 16 años volvió a Varsovia. Su padre se había mudado a un lugar más pequeño y su hermano Josef estaba estudiando medicina en la Universidad de Varsovia, que en aquel momento prohibía el ingreso a mujeres8. Recién la Universidad comenzó a admitir mujeres en el año 1915, cuando la capital polaca pasó a manos de los alemanes.
A los 18 años, Bonya ocupó el rol de la mujer de la casa, pero en realidad anhelaba ser médica como su hermano. María comenzó a interesarse por los intelectuales de la época. El positivismo francés de Augusto Comte (1798-1857), corriente filosófica que afirmó que el único conocimiento auténtico es el conocimiento científico, llegó a Polonia con representantes como Boleslaw Prus (1847-1912), periodista y escritor polaco que debatía temas como el capitalismo, los derechos de la mujer y la independencia nacional9. Los positivistas polacos, cuyo objetivo fue una educación fundada en su propia cultura, crearon una academia clandestina para estudios superiores donde eran bienvenidas las mujeres. Esta academia, que más tarde recibió el nombre de “Universidad Flotante” por la necesidad constante de cambiar su ubicación para escapar del control ruso, recibió a más de mil mujeres, entre ellas María y Bonya Sklodowska.
Las hermanas quisieron escapar de esta situación y poder estudiar con total libertad aquello que les apasionaba, pero no tenían el dinero necesario para costear una carrera universitaria en el exterior. Para ahorrar, daban clases particulares por medio rublo ruso la hora y María trabajaba como institutriz.
Al notar que los ahorros no eran suficientes, María y Bonya realizaron un “pacto de hermanas” para estudiar fuera del país. Bonya había ahorrado sólo lo suficiente para financiar un año de la carrera de medicina en la Universidad de la Sorbona en París, entonces María se ofreció a trabajar como institutriz los años que fuera necesario para ayudar a su hermana y luego esta podría devolverle el favor. Bonya, emocionada por el gesto de su hermana menor, fue a París a cumplir el sueño de estudiar medicina.
Sin perder el tiempo, una semana después María consiguió empleo como institutriz en una aldea en el centro de Polonia. Por las noches leía libros de física, sociología, anatomía y fisiología; y su padre le enviaba problemas matemáticos para resolver. María entabló una amistad con una de las hijas de la familia, y juntas comenzaron un proyecto para enseñarles a escribir y leer en polaco a los niños de la aldea. María trabajó allí hasta que su padre le escribió contándole que había aceptado un puesto como director de un colegio en las afueras de Varsovia, y ya podía financiar los estudios de Bonya. María renunció a su trabajo como institutriz y Bonya se graduó de la Facultad de Medicina, siendo una de las tres mujeres graduadas en una clase de mil alumnos7.
Al regresar a Varsovia, María, bajo la tutela de su primo, realizó experimentos en el laboratorio de química del Museo de Industria y Agricultura. Durante este período descubrió su pasión y talento por los estudios experimentales.
En 1891, Bonya, casada con el médico polaco Kazimierz DÅ‚uski (1855-1930), invitó a María a vivir con ellos en París. Así, cambiando su nombre por el francés Marie, a los 24 años la menor de las hermanas comenzó sus estudios en física y matemática en la Universidad de París (Figura 1). Si bien las universidades francesas aceptaban mujeres, eran muy pocas las que lograban ingresar ya que las escuelas para niñas en Francia no enseñaban física, biología, griego ni latín; todos temas necesarios para el examen de ingreso. En el año que ingresó Marie la Universidad tenía 9000 alumnos hombres y tan sólo 210 mujeres, en su mayoría extranjeras3,10-12.
Marie al principio vivió con su hermana y marido, pero luego, por las distracciones de la convivencia y los largos viajes hacia la facultad, se mudó sola a un humilde ático en el barrio latino de París. Esta decisión, que suena común a los ojos de hoy, para la época fue excepcional ya que las mujeres jóvenes no solían abandonar su casa a menos que se casaran. Marie contó solo con lo suficiente para financiar sus estudios, por lo que pasaba noches heladas sin prender el calentador y su dieta era a base de pan, manteca y té1,10.
En 1893 se licenció en física como mejor alumna, siendo una de las dos mujeres en finalizar una carrera en la Universidad de París en dicho ciclo. Un año más tarde, con ayuda de una beca, se licenció en matemáticas como segunda de su clase.
Marie y Pierre
Luego de graduarse, en 1894 Marie inició su carrera científica en el laboratorio industrial del profesor Jonas Ferdinand Gabriel Lippmann (1845-1921), Premio Nobel de Física en 1908 por su método de reproducción de los colores en fotografía (basado en el fenómeno de la interferencia), donde investigó las propiedades magnéticas de distintos tipos de acero. Ese mismo año, un amigo polaco le presentó a quien se convertiría en el amor de su vida y gran compañero, el físico francés Pierre Curie (1859-1906).
Pierre, apasionado por la ciencia, se graduó de la Sorbona con 18 años e inmediatamente se unió a dicha universidad como asistente de investigación en el laboratorio de física. Publicó varias investigaciones con su hermano Paul-Jacques Curie (1855-1941) y juntos descubrieron el fenómeno de la piezoelectricidad en el año 1880; este consiste en la génesis de electricidad de ciertos materiales (como el cuarzo) sujetos a un esfuerzo mecánico13.
Pierre y Marie se conocieron en una cena en la primavera de 1894 y entablaron una relación científica de inicio. Ya que él le enviaba copias de sus publicaciones que luego se convirtieron en cartas más personales y románticas. A los pocos meses de conocerse, Pierre ya estaba convencido y su propuesta de matrimonio fue la siguiente: “¿Qué tan maravilloso sería pasar la vida el uno junto al otro? Hipnotizados por nuestros sueños: tu sueño patriótico, nuestro sueño humanista y nuestro sueño científico”9. A ella le llevó alrededor de ocho meses tomar la decisión, ya que no quería renunciar a su vida científica ni a su deseo de volver a Polonia. Se casaron en julio de 1895 con una ceremonia muy sencilla y luego emprendieron su luna de miel recorriendo Francia en bicicleta (Figura 2).
Al regresar a París, la pareja se mudó a un modesto departamento de tres ambientes en la Rue de la Glacière. Sin perder el tiempo, comenzaron a trabajar en el laboratorio de Pierre en una investigación sobre magnetismo. En septiembre de 1897 nació su primera hija Irene. La fotografía que se observa en la Figura 3 es histórica, ya que todos fueron ganadores de un Nobel y Marie de dos.
Vida científica
Poco tiempo después del nacimiento de su primera hija, Marie comenzó a trabajar en su tesis doctoral inspirada en los descubrimientos de Antoine Henri Becquerel (1852-1908) y Wilhelm Conrad Roentgen (1845-1923).
Este último, en diciembre de 1895, descubrió los rayos X, llamados así por su naturaleza desconocida. El físico alemán se encontraba en su laboratorio investigando la descarga eléctrica a través de un tubo de rayos catódicos de Crookes cuando vio accidentalmente que cada vez que hacía una descarga eléctrica dentro del tubo, un papel pintado con una sustancia fluorescente (platinocianuro de bario) brillaba14,15. El tubo de rayos catódicos de Crookes es un tubo de vidrio vacío donde el cátodo (extremo con carga negativa) emite un haz de electrones atraído por el ánodo (extremo con carga positiva), que tiene un orificio por el que deja pasar algunos electrones; y estos chocan con una pantalla cubierta con material fluorescente, emitiendo luz por excitación15. En su experimento, Roentgen observó que al aplicar tensión no solo se iluminaba la pantalla en el extremo del tubo, sino también todas sus paredes y debajo de la mesa sobre la cual se apoyaba el tubo. Como los rayos catódicos no se propagan por el aire atmosférico, el físico concluyó que se estaban produciendo otros rayos capaces de atravesar el papel e incluso la madera de la mesa. Estos eran los rayos X.
En su artículo “sobre una nueva clase de rayos” publicado en la revista de la Sociedad Física Médica de Würzburg, explicó que estos rayos pueden penetrar casi todo excepto los huesos. Realizó la primera radiografía de la historia en diciembre de 1895 sobre la mano de su esposa. Por su descubrimiento, Roentgen fue galardonado en 1901 con el primer premio Nobel de Física11,15.
Becquerel, físico francés, quedó fascinado con estos descubrimientos y comenzó a investigar si las sustancias fosforescentes podían producir rayos X. Ensayó con muchos materiales hasta que finalmente, en febrero de 1896, decidió usar sales de uranio. Tomó un cristal de pechblenda (mineral que contiene uranio) y lo colocó encima de una placa fotográfica envuelta en papel negro, situando monedas de plata debajo del cristal. Expuso todo esto al sol. Luego de varias horas, al desenvolver la placa se encontró con que alrededor de las siluetas de las monedas había manchas oscuras. Los días siguientes el clima estaba nublado entonces Henri guardó su experimento dentro de una caja. Luego de varios días y esperando que la mancha sea mucho más tenue o incluso inexistente, desenvolvió la placa, encontrándose con manchas oscuras mucho más intensas. Sorprendido, no podía atribuir esta propiedad a la fosforescencia, ya que no había sol, por lo que concluyó que las sales de uranio del cristal de pechblenda emitían algún tipo de radiación penetrante que velaba la placa fotográfica (Figura 4)15-17.
En ese momento, el descubrimiento de Becquerel no atrajo mucho la atención del mundo científico, que aún se encontraba encantado por los rayos X de Roentgen. De hecho, el mismo Becquerel pausó esta investigación y se dedicó a trabajar con los rayos X. Sin embargo, Marie Curie sintió interés por los experimentos del físico francés y en 1897 comenzó un trabajo de investigación cuyo objetivo fue estudiar la naturaleza de los rayos emitidos por las sales de uranio. Con este trabajo Marie buscó convertirse en la primera mujer en obtener un doctorado en ciencias en la Universidad de la Sorbona.
Se dedicó a estudiar la conductividad del aire bajo la influencia de la radiación emitida por el uranio y buscó la existencia de otros compuestos distintos del uranio que tuvieran estas propiedades. Lo primero que hizo fue investigar qué metales y aleaciones eran capaces de emitir los misteriosos rayos de Becquerel. Examinó varios metales, sales, óxidos y minerales cuantificando el rayo emitido con una balanza piezoeléctrica (a diferencia del físico francés, que utilizó el método de la película fotográfica). El experimento de Curie consistió en colocar el material a estudiar sobre una placa de metal y enfrentar está a otra placa que actuaba como condensador. En el medio de ambas ponía un electrómetro y una balanza de cuarzo piezoeléctrico (elemento inventado por Pierre Curie y su hermano) para cuantificar la corriente eléctrica que pasaba por el aire entre las placas. Marie estudió dos minerales que contenían uranio: la pechblenda (óxido de uranio) y la calcolita (fosfato de cobre y de uranio), descubriendo que ambas producían mucha más radiación que el uranio solo. Así, llegó a la conclusión de que estos minerales debían contener algún elemento aún no conocido mucho más potente. También descubrió que el elemento torio tenía propiedades similares. A esta propiedad la llamó “radiactividad”1,16-20.
Hoy en día, definimos la radiactividad como la emisión de partículas y energía con el fin de alcanzar la estabilidad. Un elemento inestable tiende a la estabilidad eliminando la energía que le sobra. El fenómeno de la radiactividad ocurre en los núcleos de ciertos elementos, inestables, que son capaces de transformarse espontáneamente en núcleos atómicos de otros elementos más estables16.
En abril de 1898 Marie publicó un artículo en la Academia de Ciencias titulado “Rayons émis par les composés de l’uranium et du thorium”. Los Curie no eran miembros de la Academia, entonces el artículo fue publicado por el profesor de Marie, Gabriel Lippmann. En dicho artículo se anunciaron hallazgos importantes: en primer lugar, la radiactividad es una propiedad atómica, no molecular, porque la actividad del uranio no depende de su estado químico y es proporcional a la cantidad de uranio en el compuesto estudiado. En segundo lugar, resaltó que un nuevo elemento podía ser descubierto demostrando que su radiactividad era distinta a la de todos los elementos conocidos11,18.
Marie deseaba aislar el o los nuevos elementos que, sospechaba, estaban presentes en esos minerales. Para conseguirlo, le pidió ayuda a su marido Pierre, quien sabía manejar perfectamente la balanza de cuarzo piezoeléctrico y tenía amplios conocimientos en física. Luego de tres meses de arduo trabajo, los Curie lograron aislar un nuevo elemento químico del cristal de pechblenda: lo nombraron polonio en honor a la patria de Marie. El 18 de julio de 1898 presentaron el artículo titulado “Sur une substance nouvelle radioactive, contenue dans la pechblende”. Esta fue la primera vez que se usó el término “radiactivo” para describir un elemento11,19.
Convencidos de que podía existir otro elemento radiactivo en la pechblenda, los Curie continuaron separando las sustancias del mineral con la ayuda del químico Gustave Bémont (1857-1932). Unos meses después, lograron aislar una segunda sustancia mucho más radiactiva que el polonio. Esta sustancia tenía propiedades químicas completamente únicas, su vida media llegaba a los 1600 años y presentaba una intensidad 3000 veces superior a la del uranio. Anunciaron el descubrimiento el 26 de diciembre de 1898 nombrando a la nueva sustancia radio, por sus potentes propiedades radiactivas11,19-21.
Los Curie habían logrado reconocer dos nuevos elementos radiactivos, pero aún les quedaba el largo trabajo de aislarlos en forma pura. El problema principal era la baja concentración de polonio y radio presentes en la pechblenda, por lo que debían trabajar con grandes cantidades del material.
Para poder trabajar de forma más segura se mudaron a otro laboratorio más grande. Allí, se encargaron de aislar, purificar y caracterizar el polonio y el radio. En el año 1902 lograron aislar cloruro de radio y definir la masa atómica del radio. Entre 1898 y 1902 publicaron más de 30 artículos científicos. Sin embargo, poco tiempo después comenzaron a mostrar signos de fatiga, debilidad, anemia y quemaduras crónicas; consecuencia de la exposición a altas concentraciones de radiactividad. Marie incluso sufrió un aborto espontáneo.
En junio de 1903, en la Facultad de Ciencias de la Universidad de la Sorbona, Marie Curie defendió su tesis doctoral “Investigación sobre las sustancias radiactivas”. Así, la científica se doctoró en ciencias físicas con un sobresaliente cum laude, convirtiéndose en la primera mujer en Europa en alcanzar dicho título en ciencias (en ese momento otra mujer, Elsa Neumann [1872-1902], estaba realizando su tesis en electroquímica en Alemania).
El primer Premio Nobel
En noviembre de 1903 los Curie recibieron la medalla Davy por el descubrimiento de química más importante del año. Pierre viajó a Londres a recibir la distinción. Al mismo tiempo, “en reconocimiento por los extraordinarios servicios rendidos en sus investigaciones conjuntas sobre los fenómenos de radiación descubiertos por Henri Becquerel”, el matrimonio Curie recibió junto al físico francés el premio Nobel de Física de 1903. De esta manera, Marie Curie se convirtió en la primera mujer en la historia en recibir dicho galardón11.
Cabe aclarar que inicialmente solo Pierre y Henri estaban nominados como candidatos, mientras los aportes de Marie en el descubrimiento de la radiactividad eran completamente ignorados. El científico Magnus Gustaf Mittag-Leffler (1846-1927), uno de los pocos que estimaba y animaba el trabajo de las mujeres en el campo de la ciencia, le informó a Pierre las intenciones de la Fundación. En consecuencia, Pierre envió la tesis de Marie a Suecia para que vean que la participación de su mujer era tan grande como la suya. Finalmente, el premio fue otorgado a los tres: una mitad a Becquerel y la otra mitad al matrimonio Curie.
El premio Nobel significó un impulso muy grande en la vida de los Curie. Con el dinero de este y otros premios el matrimonio pudo contratar a un asistente de laboratorio, enviaron dinero para becas a estudiantes polacos que estudiaban en París y también ayudaron a Bonya, la hermana de Marie, quien estaba construyendo una clínica para tuberculosis en Polonia. Los Curie vivieron una vida modesta y desinteresada.
A pesar de sus grandes aportes, Marie no tuvo el mismo reconocimiento que su esposo. En 1904 Pierre fue nombrado catedrático de “física general y radiactividad” en la Universidad de la Sorbona y en 1905 pasó a ser miembro de la Academia Francesa. Los honores académicos de Marie se limitaron a que en 1904 fuera nombrada jefa de trabajos en el laboratorio de su marido en la Sorbona. A fines del 1905 el laboratorio de los Curie fue trasladado a un anexo de la Facultad de Ciencias.
Las investigaciones del matrimonio Curie abrieron un capítulo nuevo no solo en el mundo de la física y la química, sino también en el campo de la medicina. Los efectos biológicos del radio fueron observados en el año 1900 en Alemania por Friedrich Giesel (1852-1927) y Otto Walkhoff (1860-1934). Pierre se interesó enseguida y en 1901 publicó un artículo con Henri Becquerel sobre “La acción fisiológica de los rayos del radio”. Investigó la acción de los rayos radiactivos sobre su brazo, notando que la piel se enrojecía y luego evolucionaba a herida. Llamó a este fenómeno “curieterapia”. Hacia 1904 en el Instituto Pasteur en Francia se realizaron investigaciones acerca de los efectos del radio sobre tejidos orgánicos y en la Facultad de Medicina de París se dictaba un curso sobre “Las aplicaciones médicas del radio”. Era el comienzo de la radioterapia11,19.
En diciembre de 1904 Marie dio a luz a su segunda hija, Eve, y recién en el verano de 1905 los Curie viajaron a Estocolmo a recibir el premio Nobel.
La tragedia
Lamentablemente, la felicidad duró poco. En abril de 1906 cuando su segunda hija Eve tenía poco más de un año, Pierre sufrió un trágico accidente donde murió atropellado por un coche de caballos. Al enterarse, Marie cayó en una profunda depresión con la que debió convivir el resto de su vida. Pasaron meses antes de que volviera a trabajar en el laboratorio. La científica ocupó el puesto que había dejado su marido en la Universidad, convirtiéndose en la primera mujer en obtener una cátedra como profesora en dicha facultad. El primer día, todos sus alumnos y colegas estaban expectantes por saber cómo iba a comenzar la clase, pero Marie en vez de agradecer a la institución o presentarse, ingresó al aula de manera silenciosa y simplemente retomó la clase con las últimas palabras que había dicho su marido. Esta fue su forma de homenajearlo. Entre 1906 y 1934, la universidad admitió a 45 mujeres sin aplicar las anteriores restricciones de género1,11.
Marie se encargó de la educación de sus hijas y las alentó a explotar sus talentos. Desde temprana edad su hija mayor Irene mostró interés por las ciencias y las matemáticas (Figura 5), mientras la menor, Eve, se destacó en lengua y música. Marie creía que los programas escolares para niñas eran incompletos ya que no enseñaban ciencias experimentales, matemática, idiomas ni actividad física; y por eso se encargó personalmente de educar a sus hijas.
Aislamiento del radio
y segundo Premio Nobel
A su vez, Marie retornó a su laboratorio para continuar con las investigaciones en radiactividad. Su próximo objetivo fue aislar radio puro, ya que en 1902 había logrado aislar cloruro de radio y determinar el peso atómico del radio, pero no había conseguido aún separar el elemento puro. Comenzó a trabajar con André-Louis Debierne (1874-1949), un antiguo estudiante de Pierre en la Escuela de Física y Química de París, quien tras la muerte de este se convirtió en el principal ayudante de Marie Curie. En el año 1910 Marie y André lograron obtener radio metálico puro. Con la actitud completamente desinteresada que la caracterizaba, Marie decidió no patentar el proceso de aislamiento de radio, dejándolo en manos de toda la comunidad científica ya que sostenía que “el radio es un elemento químico, propiedad de todos los seres humanos”18,21.
En el año 1910 definió una unidad internacional de actividad radioactiva, el curie (Ci), en honor a su esposo. El curie representa 3.7 x 1010 desintegraciones nucleares por segundo. Esta unidad ha sido reemplazada por el becquerel (Bq), unidad del sistema internacional.
Por sus grandes logros, en 1911 Marie fue postulada para recibir un sillón en la Academia Francesa de Ciencias. Sin embargo, varios miembros de la Academia se opusieron a su postulación por ser mujer y no fue elegida. Recién en el año 1945 la Academia de Ciencias admitió a la primera mujer.
Afortunadamente, el resto de la comunidad científica no pudo ignorar los grandes logros conseguidos, y ese mismo año recibió el premio Nobel de Química de 1911 «en reconocimiento por sus servicios en el avance de la química por el descubrimiento de los elementos radio y polonio, el aislamiento del radio y el estudio de la naturaleza y compuestos de este elemento”11,21. De esta manera, se convirtió en la primera persona en el mundo en recibir dos premios Nobel.
Ese mismo año asistió al Congreso Solvay, donde fue la única mujer en un grupo de científicos hombres que incluía a Niels Bohr (1885-1962), Max Karl Ernst, Ludwig Planck (1858-1947) y Albert Einstein (1879-1955) (Figura 6). A partir de esa fecha, se la invitó a los siguientes congresos.
Más tarde, se convirtió en la primera mujer en ser miembro de la Academia Francesa de Medicina, en reconocimiento a su papel en el inicio de los tratamientos radiantes del cáncer.
En el año 1912, Marie fundó el Instituto de Radio de París (era el sueño de su marido Pierre). Este instituto tenía dos edificios: en uno de ellos estaba el equipo de investigación de Marie y en el otro un grupo de médicos, liderados por Claudius Regaud (1870-1940), que estudiaban el uso de la radiación en el diagnóstico y tratamiento del cáncer18.
Primera Guerra Mundial
En el año 1914 estalló la Primera Guerra Mundial y Marie, con la ayuda de su hija Irene de 17 años, organizó una flota de unidades móviles con equipos de rayos X portátiles, llamadas “Petites Curies”, para que los médicos pudieran tratar a los soldados heridos de las tropas aliadas (Figura 7)1,21. La científica manejaba los vehículos personalmente. Se estima que ayudaron a aproximadamente un millón de soldados. Durante este período, Marie se convirtió en la directora del Servicio de Radiología de la Cruz Roja francesa. También inventó tubos radiactivos de radón para esterilizar tejidos infectados y entrenó a técnicos y enfermeras para trabajar con los rayos X. Con este acontecimiento vemos que Marie no fue tan sólo una gran científica dentro del laboratorio, sino también una heroína para la humanidad.
En el año 1918, la economía de Francia estaba en ruinas y los fondos para la ciencia eran muy escasos, incluso para el Instituto de Radio que se había convertido en un centro mundial de química y física nuclear. Marie ocupaba su tiempo y energía recaudando dinero para investigación, ciencia y educación. Así conoció en una entrevista a la estadounidense Marie Mattingly Meloney (1878-1943), quien organizó una campaña en su país para juntar 100.000 dólares y comprarle a Marie 1 gramo de radio (recordemos que la científica no había patentado su descubrimiento, por eso fábricas alrededor del mundo producían y comercializaban el elemento). La campaña fue un éxito y en el año 1921 Marie viajó a Estados Unidos junto a sus hijas Irene y Eve, donde el presidente Warren Gamaliel Harding (1865-1923) le entregó el radio.
En 1925, viajó a Polonia con la intención de crear un Instituto de Radio en Varsovia. Para equipar el nuevo instituto viajó a EE.UU. por segunda vez en 1929, donde nuevamente recibió 1 gramo de radio. En mayo de 1932 el Instituto fue inaugurado y su directora fue Bronya, la hermana de Marie Curie1,21.
Los últimos días
Desafortunadamente, los 35 años de trabajo con elementos radioactivos terminaron afectando la salud de la científica. Fue operada cuatro veces de cataratas (probablemente inducidas por radiación), tuvo problemas respiratorios y anemia por lo que estuvo asténica la mayor parte del tiempo. Trabajó hasta el último año de su vida en su laboratorio, rodeada de colegas y alumnos. Sin embargo, el cansancio empezó a acompañarse de temblores y fiebre que la obligaron a despedirse del Instituto de Radio una tarde de mayo de 1934.
El 4 de julio de 1934 falleció a la edad de 66 años en el sanatorio Sancellemoz. La causa de muerte fue atribuida a una “anemia aplásica febril”, pero hoy en día se cree que dicha anemia fue secundaria a una leucemia inducida por radiación. Su cuerpo fue sepultado en un ataúd forrado con plomo, encima del ataúd de Pierre Curie. Su hermana Bronya tiró sobre la fosa un puñado de tierra que trajo de Polonia. En el año 1995 el gobierno francés decidió homenajear el gran aporte de los Curie a la ciencia y los restos de Pierre y Marie fueron trasladados al Panteón de París. Así, Marie se convirtió en la primera mujer cuyos restos descansan en el Panteón de París por sus propios logros. Desde ese día, la inscripción del Panteón que dice “la patria, en reconocimiento a los grandes hombres” incluye a una mujer (Figura 8)1.
El legado de Marie Curie no terminó allí. Su hija Irene heredó su pasión por la ciencia y trabajó con su madre en el Instituto de Radio. En el año 1934 junto a su marido Frederic Joliot (1900-1958) descubrió la radiactividad artificial, frente a los ojos de su ya debilitada pero orgullosa madre. En 1935, un año después de la muerte de Marie, ambos recibieron el Premio Nobel de Química.
Eve Curie, hija menor de Marie, tuvo un gran talento para el arte y se destacó como escritora. Su primer libro fue la biografía de su madre escrita en el año 1937 y titulado “La vida heroica de Marie Curie”5.
Más aportes de Marie Curie
a la medicina
En el año 1920 Marie, junto a Claudius Regaud, creó la Fundación Curie, que al año siguiente fue reconocida como institución de interés público. Su objetivo era financiar investigaciones del Instituto de Radio y permitir que se ofrecieran terapias a pacientes. Tiempo después, en 1970, la Fundación y el Instituto se fusionaron en lo que hoy en día se conoce como el Instituto Curie, centro de referencia especializado en investigación y tratamiento del cáncer21. En todo el mundo se le ha hecho el mismo reconocimiento, nombrando instituciones como, por ejemplo, el Hospital de Oncología Marie Curie en CABA (Figura 9).
Conclusión
La vida de Madame Curie fue la vida de una mujer que se dedicó a la ciencia, a la docencia, a la familia, a la patria y a la humanidad con absoluta vocación y generosidad. Fue una de las más grandes científicas de todos los tiempos, recordada por sus aportes a la ciencia, la excelencia de su trabajo y su lucha en un mundo lleno de adversidades.
Rockwell S. The life and legacy of Marie Curie. Yale J Biol Med 2003;76 (4-6):167-80.
KamiÅ„ski L, Korkuć M. Instituto de Memoria Nacional, Comisión para el Enjuiciamiento de Crímenes contra la Nación Polaca. Guía por la Historia de Polonia: 966-2016. Varsovia, 2016. En: https://www.msz.gov.pl/resource/fd01ce7b-f80b-45d4-8e15-d57bce0c53fa:JCR; (consultado el 22/01/2020).
Goldsmith B. Obsessive Genius: The Inner World of Marie Curie (Great Discoveries). W.W Norton & Company; 2011.
Dobrzynska MM. Maria Sklodowska-Curie, her life and work – the 150 anniversary of her birthday. Rocz Panstw Zakl Hig 2017;68(3):309-12.
Eva Curie. La vida heroica de María Curie, descubridora del radio. Editorial: S.L.U. Espasa Libros; 1986.
Paneque Ramos E, Rojas Rodríguez LY, Pérez Loyola M. La Tuberculosis a través de la Historia: un enemigo de la humanidad. Rev Haban Cienc Méd 2018;17(3):353-63.
García-Acosta J, Aguilar-García CR, Aguilar-Arce IE. Tifus. Med Int Méx 2017;33(3):35:1-362.
Página oficial de la Universidad de Varsovia. Extraído de http://en.uw.edu.pl/about-university/history/; (consultado el 22/01/2020).
Vitoria MA. Auguste Comte. Philosophica: Enciclopedia filosófica online. En: http://www.philosophica.info/voces/comte/Comte.html; (consultado el 22/01/2020).
Trombetta M. Madame Maria Sklodowska-Curie – brilliant scientist, humanitarian, humble hero: Poland´s gift to the World. J Contemp Brachytherapy 2014;6(3):297-9.
Sánchez Ron JM. Marie Curie, la Radiactividad y los Premios Nobel. An Quím 2011;107(1):84-93.
Martin G. Marie-Sklodowska Curie, pionera de la Física Médica y fuente de inspiración para mujeres científicas. Rev Fis Med 2017;18(1):35-40.
Departamento de electrónica de la Facultad Regional de Mendoza, Universidad Tecnológica Nacional. Materiales piezoeléctricos y efecto piezoeléctrico. En: http://www1.frm.utn.edu.ar/tecnologiae/apuntes/piezoelectricidad.pdf; (consultado el 17/02/2021).
García PD, García BC. Marie Curie, una gran científica, una gran mujer. Rev Chil Radiol 2006;12(3):139-45.
Busch U. Wilhem Conrad Roentgen. El descubrimiento de los rayos X y la creación de una nueva profesión médica. Rev Argent Radiol 2016;80(4):298-307.
Cromer HA. Física para las Ciencias de la Vida. Editorial Reverte Barcelona. 1996. 2da Ed. P. 406-7.
La radiactividad. En: https://thales.cica.es/rd/Recursos/rd99/ed99-0504-01/radiactividad.html; (consultado el 26/10/2022).
Muñoz Páez A. Universidad Nacional Autónoma de México. Marie SkÅ‚odowska-Curie y la radioactividad. Educ Quím 2013;24(2):226.
Grammaticos PC. Pioneers of nuclear medicine, Madame Curie. Hell J Nuclear Med 2004;7(1):30-1.
Gabaldá J. Marie Curie, la madre de la física moderna. Historia National Geographic. 2019. En: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/marie-curie-madre-fisica-moderna_14453/4#slide-3; (consultado el 26/10/2022).
Gasinska A. The contribution of women to radiobiology: Marie Curie and beyond. Rep Pract Oncol Radiother 2016;21(3):250-8.
Para descargar el PDF del artículo
Los Curie, la familia Nobel que cambió la ciencia
Haga click aquí
Revista Fronteras en Medicina
Número 01 | Volumen
18 | Año 2023
Fronteras en Medicina, la Revista M...
Pablo Young
Rol del farmacéutico en la pesquis...
Pamela Bertoldo
Reacciones adversas tipo B por anti...
Mariano Scolari y cols.
Estudio de concordancia entre el ne...
Belén Ginetti y cols.
Prevalencia de embarazo adolescente...
Flavia Rocha y cols.
Incidencia y manejo de complicacion...
Carola Featherston y cols.
Mecanismos moleculares de la epilep...
Ignacio Lagger y cols.
Signo de Monod
Julieta Franzoy y cols.
Guía de valoración e intervenció...
Laura MartÃnez y cols.
Tratamiento con burosumab en osteom...
Natalia O ElÃas y cols.
Los Curie, la familia Nobel que cam...
Marina Siboldi y cols.
Fístula cistoyeyunal espontánea...
Lautaro Mata y cols.
Centro Integral de Enfermedades Poc...
Pablo Young y cols.
Etiquetas
fÃsica, quÃmica, Curie, radiactividad, polonio, radio, Nobel, radioterapia
Tags
physics, chemistry, Curie, radioactivity, polonium, radium, Nobel, radiotherapy
Hospital Británico de Buenos Aires
Perdriel 74 (1280AEB) Ciudad Autónoma de Buenos Aires | Argentina |Argentina | tel./fax (5411) 4309 - 6400 | www.hospitalbritanico.org.ar
Hospital Británico de Buenos Aires | ISSN 2618-2459 | ISSN digital 2618-2521
La plataforma Meducatium es un proyecto editorial de Publicaciones Latinoamericanas S.R.L.
Piedras 1333 2° C (C1240ABC) Ciudad Autónoma de Buenos Aires | Argentina | tel./fax (5411) 4362-1600 | e-mail info@publat.com.ar | www.publat.com.ar
Meducatium versión
2.2.1.3 ST